martes, 3 de enero de 2012

“BREL” 1977. JACQUES BREL

Jacques Brel es indiscutiblemente uno de los grandes de la chanson, un clásico indispensable, un intérprete universal e inmortal. Nacido Jacques Romain Georges en Bruselas, Bélgica, en Abril de 1929 y fallecido en Bobigny, Francia, en Octubre de 1978 aunque enterrado en Hiva Oa, una de las Islas Marquesas en la Polinesia, donde fijó su residencia desde 1974 hasta su muerte. Jacques Brel fue intérprete, compositor y también actor y director de cine. Con 23 años dejó su hogar y su trabajo en la próspera empresa familiar y empezó a actuar en cabarets de Bruselas. Después se instaló en Paris allá por el año 1954. Abandonó los escenarios –aunque siguió grabando discos- en la cumbre de su carrera en 1967, con 38 años. Lo dejó por la sensación que tenía de repetir una y otra vez el mismo truco: “Dejo los escenarios porque estoy en el momento en que ya se empieza a engañar” dijo. Sobre el escenario Brel era un espectáculo único. Sus gestos, su dicción y sus interpretaciones tenían una carga emocional muy intensa. Sudaba, gesticulaba e incluso se le caía la baba de su gran boca. Estas interpretaciones sobre el escenario en las que se entregaba totalmente engrandecieron mucho su figura. Una figura muy respetada e influyente aún a día de hoy.
“Brel” es su epitafio. Un epitafio esperanzador con el cielo como portada. Este fue el último disco que grabó Brel. Para ello abandonó su retiro en las Islas Marquesas y se fue a Paris a grabarlo, enfermo de cáncer terminal y con un solo pulmón. Hacía de aquellas 9 años que Brel no publicaba canciones nuevas. La expectación que generó esta grabación fue enorme. Este disco también es conocido como “Les Marquises” en honor a la canción que lo cierra, inspirada en las Islas Marquesas. Este es un disco más reposado que otros suyos, con preciosos arreglos acompañando la espectacular sonoridad de su voz, única. Este es el adiós del genial belga, un adiós con la vista puesta en el cielo de la portada.
La edición original en vinilo de este disco es desplegable. En el interior hay una foto ovalada de Brel sobre fondo azul en la que aparece él con perilla y con su dedo índice sobre la boca en un gesto de pedir silencio. Recuerdo cuando encontré este disco en una tienda de segunda mano en una ciudad de la Bretaña francesa junto con otro suyo y las ganas que tenía de regresar a mi casa para escucharlo. El mejor souvenir que me pude traer de mis vacaciones por el norte de Francia aquel año. Un discazo que tiene mi edad, yo nací el año de su publicación. Un buen disco para empezar elegantemente con este belga irrepetible este recién estrenado 2012. Feliz año a tod@s...



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