sábado, 27 de septiembre de 2014

“JUST AS I AM” 1971. BILL WITHERS

Bill Withers nació a finales de los años 30 en Virginia Occidental, en los EE.UU. Su infancia estuvo marcada por la tartamudez y el asma, dolencias que superó gracias a su abuela. Al cumplir la mayoría de edad se alistó a la Marina, donde comenzó a interpretar y a escribir canciones. Tras esto se mudó a Los Ángeles con la intención de comenzar su carrera musical. Allí empezó a trabajar como operario mientras grababa singles que pagaba de su propio bolsillo y actuaba en clubes nocturnos. Incluso después de publicar su primer éxito “Ain´t Not Sunshine” (que llegó al No. 3 en las listas yanquis e incluso ganó un Grammy) siguió con su trabajo pues la industria musical era a su parecer poco estable y él humildemente se consideraba un principiante. Grabó 8 álbumes de estudio más otro en directo hasta 1985. En 1989 decide aparcar su carrera definitivamente para volver a su familia y amigos, un círculo de amigos ya formado antes de que le llegara la fama. Sólo reaparecería en contadas ocasiones en discos ajenos. Un giro que no hace más que engrandecer la figura de este soulman que pudiendo haber reclamado el estatus de estrella siempre se negó a hacerlo. Un músico que llegó a la cumbre, se codeó con los grandes, que fue alabado pero que nunca perdió la perspectiva y que decidió apartarse del brillo de los focos y de la fantasía de las drogas.


“Just as I Am” es el primer disco de Bill Withers, grabado en unos estudios en Hollywood bajo la producción de Booker T. Jones para el sello Sussex. Es un disco de soul donde no hay abuso de artificios y en el que la voz de Bill Withers se luce consiguiendo trasmitirte sus estados de ánimo. Todas las canciones del disco están escritas por Bill Withers excepto un par de versiones (entre ellas el “Let It Be” de los Beatles). Como disco de debut sorprende por ser un disco “completo”, posee la rotundidad que otros consiguen sólo después de muchos intentos. 12 canciones magníficas en las que la producción hila fino para agrandar su poderío y su luminosidad. Después de muchos años descatalogado yo he podido hacerme con este disco, reeditado en 2012 en vinilo de 180 gramos. Y he de decir que seguramente es uno de los discos que mejor suenan cuando le pongo la aguja encima de los que forman mi humilde colección. Una joya de un gran resplandor sonoro.




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