Sobre Cocosuma no tengo muchos datos. Sólo sé que son un
trío de Paris compuesto por Chab, Michelle y Amanda –ella es londinense-.
También sé por experiencia propia que merece la pena pagar por verlos en directo.
Lo hice el año que sacaron este disco, tocaron en el Monasterio de La Cartuja.
Un concierto muy alegre y muy disfrutable. Aquí fue donde los descubrí y los
hice míos.
Este disco del que hablo es su cuarto trabajo. Amanda, la
vocalista, se incorporó al grupo en este disco. Un disco muy completo lleno de
bonitas melodías acompañadas de la algo infantil y cristalina voz de Amanda. Canciones
muy completas de pop naif con toques psicodélicos en algunas partes y optimismo
a raudales, acorde con mi estado de ánimo actual. En la última pista después de muchos segundos de silencio hay una sorpresa final a modo de nana. Un disco para comenzar el día
sonriendo, incluso para los que las circunstancias dificultan el encontrar la
sonrisa. Dedicado a Cristina de Castellón, que una mañana escuchó este disco en
mi coche mirando al mar después de una noche etílicos e insomnes y le gustó
mucho.