viernes, 24 de octubre de 2014

“CHET BAKER SINGS” 1956. CHET BAKER

Chet Baker fue un trompetista de jazz dotado de una sensibilidad y de un extraordinario talento cercano a la genialidad. Fue un gran exponente del sonido cool jazz de la costa oeste americana de los años 50. Comenzó su carrera en Los Angeles junto a Charlie Parker, luego con Stan Getz y después continúo en el cuarteto de Gerry Mulligan donde comenzaron a grabar con el recién creado sello Pacific Jazz. Poco después Chet Baker montaba su propio cuarteto y seguía grabando con Pacific Jazz y alimentando su popularidad hasta el punto de participar en una película (Hell’s Horizon, 1955). Su frágil belleza masculina y su exquisita manera de cantar y de tocar la trompeta le abrían todas las puertas en aquella época, incluso en Europa, por la que giraba habitualmente. Pero también en estos años exitosos fue cuando comenzó su declive debido a su destructiva adicción a la heroína que le llevó a pisar en varias ocasiones la cárcel y que interfirió notablemente en su carrera musical en los años 60, años llenos de problemas legales debido a las drogas. En 1966 sufrió una brutal paliza debido a un asunto de drogas en la que perdió varios dientes y que le afectó a la mandíbula y por ello tuvo que cambiar su forma de embocar la trompeta y cantar, obligándole a comenzar de cero. A finales de los 60 sus apariciones eran esporádicas, a principios de los 70 desapareció por completo. Gracias a Dizzy Gillespie y a la metadona pudo retomar su carrera a mediados de los 70 e incluso volver a tocar en Europa. En 1987 caía por la ventana de un hotel en Amsterdam después de consumir heroína y cocaína según la autopsia, poniendo fin a su caos vital narcotizado y lleno de traiciones y mentiras para conseguir la siguiente dosis. Un trágico final para una carrera musical a la deriva en la que nunca tomó las riendas y que siempre fue conducida por terceros y que seguramente para él no significaba otra cosa que el poder mantener su adicción. Como músico fue un genio, no cabe duda, como persona fue un ser detestable, despiadado y manipulador. Tiene que ser triste que ni siquiera tu madre –entre otra mucha más gente- tenga buena opinión de ti, como fue su caso.

“Chet Baker Sings” fue la primera incursión vocal de Chet Baker, dando a conocer sus aptitudes vocales y a partir de aquí sería una constante en su carrera. Fue publicado en principio en 1954 como un diez pulgadas pero dos años más tarde Pacific Jazz incluyó seis temas más grabados ese mismo año y los incorporó a los ocho originales y lo publicó en formato LP. El protagonismo es indiscutiblemente para la voz de Chet Baker dejando un hueco también para los momentos en los que emboca su trompeta. La suavidad y delicadeza de su voz, pausando cada una de las palabras, y su trompeta frágil y melancólica crean una atmósfera envolvente y conmovedora. Las canciones fueron grabadas en Los Angeles entre 1953 y 1956 junto con un extraordinario elenco de músicos. He aquí una maravillosa colección de canciones evocadoras de épocas pasadas.




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