miércoles, 27 de junio de 2012

“OUR MOTHER THE MOUNTAIN” 1969. TOWNES VAN ZANDT


Townes Van Zandt es, no hay debate posible, uno de los grandes de la música popular. Nunca gozó de popularidad ni de admiración. Fue un personaje solitario que tuvo como problemáticas muy presentes en su vida el alcohol, la inestabilidad psicológica y las adicciones peligrosas. Nació en 1944 en Fort Worth (Texas) en el seno de una familia adinerada gracias a negocios que tenían que ver con el petróleo. Murió al fallarle el corazón en 1997. Van Zandt era un trovador, un cantautor especial dotado de una voz con una sonoridad profunda y un timbre luminoso. Las técnicas de grabación no estaban entre sus prioridades, él prefería centrarse en el proceso compositivo. Era un folk-singer pero también un blues-man. Un poeta que iba más allá en sus letras. Fue muy prolífico en sus inicios aunque después vinieron largos paseos por el desierto creativo en lo que tuvo mucho que ver su desastrosa manera de sobrellevar su existencia. Definitivamente no necesito a Bob Dylan en mi vida, tengo a Townes Van Zandt.

“Our Mother The Mountain” es su segundo disco. Un disco entre el folk y el country, sin altisonancias, de tinte crepuscular y con aires espectrales. Mayormente acústico y cuando no acompañado de unos fantásticos arreglos de cuerda y alguno de viento puntual. En la instrumentación es pieza clave el concepto de desnudez. Lo produjeron Jack Clement y Kevin Eggers. En este disco es evidente que Van Zandt era un intérprete con una sensibilidad muy especial. Su voz posee un deje melancólico, como quien relata hechos desde la perspectiva que da el paso del tiempo. Este es un disco de ambiente rural, con momentos de una desnudez emocional y una humanidad sobrecogedores. Para los no iniciados aquí tienen una magnífica puerta de entrada al universo de Townes Van Zandt. No se arrepentirán de cruzarla. Un disco pluscuamperfecto para quedarse en casa a disfrutarlo, que se está bien –aunque las cosas ocurren en la calle, que duda cabe-. Y máxime cuando en la calle el asfalto hierve y el respirar se vuelve dificultoso. Todo gracias a nuestro astro-rey y al castigo inmisericorde al que nos somete a los habitantes de estas latitudes. Dedicado a mi amiga Bti, que tras su paso vacacional por tierras sureñas ahora está en su norte natal, a salvo del infierno.




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4 comentarios:

  1. Mi gran amigo Adolfo...
    Quien dijo que a la familia no se la escoge??
    Te quiero...mucho...
    Ven a verme pronto...
    besin gordo, flequi¡¡ ;)

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  2. En breve me subo a compartir culines de sidra por Xixón Bti, 1 besito, yo también te quiero mucho...

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  3. Amigo¡¡ acabo de escuchar la cancion y no se muy bien si cortame las venas o dejamelas llargas¡¡

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  4. Te falta sensibilidad Btina, en fin, no te preocupes que tienes otras muchas cosas bonitas...

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