viernes, 9 de marzo de 2012

“FOREVER CHANGES” 1967. LOVE

Love fueron un quinteto californiano de Los Angeles. Su formación sufrió cambios constantes hasta su disolución. La columna vertebral del grupo la formaban Arthur Lee (voz, guitarra, teclados, armónica y batería), Brian Maclean (guitarra y voz) y Johnny Echols (guitarra). El bajo paso por manos de Johnny Fleeckenstein -que abandonó al poco- y por las de Ken Forssi. A la batería estuvieron en principio Don Conka y Alan Pfisterer y después Michael Stuart. Love fueron una banda multirracial cuando esto era algo muy poco común en un país en el que la discriminación por cuestiones de raza era patente. Liderados por Arthur Lee –un tipo de compleja personalidad y de carácter poco afable- el reconocimiento no les llegó hasta la disolución del grupo. A ello contribuyó las reticencias de Lee a salir de gira y sus problemas de agorafobia social. Estos chicos eran poco ambiciosos, muy entretenidos siempre en desordenar sus sentidos con multitud de psicotrópicos. A día de hoy aún son unos desconocidos para mucha gente. De hecho últimamente he descubierto que algunos de mis amigos a los que les apasiona la música desconocían su existencia. Pues bien, Love son unos clásicos grandiosos a los que siempre se puede volver porque no defraudan. Y envidio a los que los descubren por primera vez porque la sorpresa es mayúscula. Ellos poseían un sonido y unas maneras que nada tenían que ver con sus contemporáneos.
 
“Forever Changes” es uno de mis discos muy, muy favoritos. Un clásico incontestable en el que cada escucha conlleva algún nuevo descubrimiento en forma de matices o sensaciones. Un disco de rock, de psicodelia, de soul y de reminiscencias étnicas latinas. Las letras están influenciadas por la firme creencia de Arthur Lee de que iba a morir de manera inminente (finalmente esto ocurrió debido a la leucemia en 2006). Fue su tercer disco y la grabación fue accidentada. Neil Young –que iba a realizar labores de coproductor- finalmente se apartó del proyecto. La banda era un desastre que no se tomaba en serio los ensayos. De hecho en las primeras sesiones el otro productor Bruce Botnick contrató a músicos de estudio para suplirles, intentando con esto hacerles reaccionar. Arthur Lee también se puso a los mandos de la producción por primera vez –y siempre ha dicho que fue él el responsable de la producción y de los arreglos-. En los créditos del disco aparece David Angel como arreglista. No fue para nada un disco exitoso en la época de su publicación. El sonido de la grabación es algo turbio, aportando una característica de mucho peso al resultado final. Este es un álbum de raíces acústicas enriquecido con unos preciosos arreglos orquestales que hacen del conjunto algo único, una joya de muchos quilates que cualquier oído, incluso sin ninguna educación previa, es capaz de apreciar. Las melodías y las muchas conversaciones entre instrumentos, los cambios de ritmo rompedores, las atmósferas cambiantes, la armonía y el sosiego por un lado y por otro la actitud frenética y los juegos con las percepciones incluidos en él hacen que ames a este disco desde la primera escucha. Toda una obra de arte, una obra maestra, un disco de culto y una importante influencia para otros músicos incluso a día de hoy.

Este es un disco que vuelvo a escuchar mucho y con el que me he cruzado en sitios dispares últimamente. Me lo he encontrado rebuscando discos en una feria del disco, sonando en un bar que frecuento y también curioseando entre la colección de discos de una buena anfitriona. Discazo dedicado a mí mismo y a mi padre, que cumplimos años hoy.



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2 comentarios:

  1. Querido Rastreador, has dado en el clavo. Qué extraordinario post. "Forever changes" es uno de mis discos favoritos de todos los tiempos, quizá estaría entre los 5 discos que me llevaría a una isla desierta. Magnífico. Yo también le hice su homenaje en Curtains hace ya mucho tiempo... Saludos, y sigue así, recordándome discos que siempre amé y que tenía olvidados.

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  2. Mary! Que tía con tan buen gusto. Un disco fantástico para viajar, evadirse o poner en una reunión de amigos -cosa que últimamente he hecho varias veces-. Encantado de ser quien te recuerda discazos. Saludos guapa...

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