domingo, 13 de noviembre de 2011

“SPIDERLAND” 1991. SLINT


Slint fueron una efímera y muy influyente banda formada en 1987 en Louisville, Kentucky (en la Norteamérica profunda donde nunca ocurre nada). Para cuando se empezó a hablar de ellos ya se habían disuelto. Esto ocurrió en 1992. En 2005 se volvieron a reunir con motivo de una breve gira que hicieron. Oportunidad perdida, me hubiera encantado verlos. Slint eran en principio Brian McMahan (voz y guitarra), David Pajo (guitarra), Ethan Buckler (bajo) y Britt Walford (batería). Buckler abandonó el grupo en 1990 y fue sustituido por Todd Brashear días antes de la grabación de “Spiderland”. Slint sólo publicaron dos discos y un Ep pero ejercieron una fuerte influencia en gran parte del rock alternativo que se hizo en Estados Unidos en los 90. Ellos eran poseedores de un sonido propio muy característico que no se parecía en nada a lo que se hacía entonces. Cuando Slint dejó de existir sus miembros siguieron por otras sendas musicales. Por ejemplo David Pajo continuó con Tortoise y Britt Walford con The Breeders.

“Spiderland” es el segundo y casi póstumo disco de Slint. Las sesiones de grabación de este disco fueron bastante intensas. Brian McMahan tuvo que ser ingresado en un sanatorio mental a la finalización. El sonido de este disco es envolvente, las atmósferas recreadas en él muy densas y de evidente carácter introspectivo. Dentro del rock alternativo de la época esto era otra cosa. Un disco con un tempo especial. Un disco lleno de misterio y secretismo, un avance ralentizado hacia lo desconocido con un fuerte poder de fascinación. Un disco perturbador, una experiencia hipnótica llena de rincones oscuros. Un disco que hay que escuchar de principio a fin sin interrupciones. Seis canciones mayúsculas que rellenan este disco de poco más de ½ hora. Steve Albini (Shellac), que fue productor del primer disco de Slint, habla en una reseña sobre “Spiderland”: “En el mejor de los casos el rock me vigoriza, cambia mi estado de ánimo, dispara mi introspección o me envuelve con su sonido. “Spiderland” consigue todas estas cosas simultáneamente.” La foto de portada de este “tierra de arañas” con sus creadores con el agua al cuello es de Will Oldham. Este es otro de mis discos favoritos, de imprescindible escucha. La primera vez que escuché este disco fue como un golpe  en la cabeza, me quedé aturdido a la vez que impactado. Pero cuidado, este disco te puede cambiar el estado de ánimo irremediablemente y más aún a los de espíritu aprensivo.



javascript:void(0)

2 comentarios:

  1. Ay, yo sí que los ví en directo, interpretando este disco de cabo a rabo. Y fue toda una experiencia. Los pelos se me erizaron y alguno aún no ha vuelto a su estado original. Grandísima reseña, Rastreador, nadie lo hubiera descrito mejor. Saludos!

    ResponderEliminar
  2. Un discazo Mary, aunque sea capaz de joderte el día...

    ResponderEliminar

Me interesa tu opinión.