Hay discos que merecen el quedarte en casa un domingo primaveral por la mañana por muy soleada que sea esta y poner toda tu atención en escucharlo y deleitarte con ello. Este disco es uno de esos.
Mazzy Star se formaron en Santa Monica, California, en 1989 a partir del grupo Opal en el que militaban David Roback (guitarra) y su antigua novia Kendra Smith (bajista, también en los míticos The Dream Syndicate). Hope Sandoval, amiga de Roback, se convirtió en la vocalista cuando Kendra Smith dejó el grupo en medio de una gira. Siguieron un tiempo como Opal para después crear Mazzy Star. Roback y Sandoval, dos personajes esquivos y celosos de su intimidad, son el núcleo creativo de Mazzy Star, encargándose ella de las letras y él de la composición musical aunque en sus discos también se rodean de otros músicos para crear sus particulares atmósferas sinuosas. Ellos hacen una especie de folk-pop psicodélico cocinado a fuego lento con resultados sublimes que abrazan y reconfortan tanto si tu estado de ánimo está en horas bajas como si por el contrario te encuentras en un estado luminoso, su música posee esta dualidad. Minimalismo rock y sofisticación psicodélica.
“Season Of Your Day” es su cuarto disco, es el reencuentro, la continuación de Mazzy Star después de 17 años en los que sólo publicaron un single dos años antes de este disco, la continuación de esta fórmula magistral que ellos tan bien conocen. De nuevo la voz melancólica de Hope Sandoval y la guitarra de David Roback vistiéndola, como si el tiempo entre su anterior disco y este hubiera sido detenido, aunque ellos hayan seguido durante este largo periodo con diferentes proyectos y colaboraciones musicales, fieles a ellos mismos y a su manera de crear canciones juntos. “Música para amantes, música para corazones rotos” afirmaron en el comunicado de prensa previo al lanzamiento del disco. Un disco que han editado en su propio sello Rhymes Of An Hour. Un disco de parajes de ensoñación, con esa voz de enigmática dulzura merecedora de superlativos y la elegancia y mesura de esas melodías y esos arreglos magistrales. Un disco con el que emocionarte, enamorarte, ver la luz o todo lo contrario. Una joya atemporal sublime para disfrutarla en privado, en casa, tranquilamente, sin distracciones.