Steve Earle nació en la década de los 50 en Hampton, Virginia, dentro de una base militar de aquella ciudad (su padre era controlador aéreo). Su carrera musical empezó en los 70 cuando conoció a otros músicos, entre ellos al gran Townes Van Zandt, que fue su mentor. Tocando constantemente en garitos varios se fue labrando una reputación musical aunque no fue hasta 1986 cuando se publicó su debut discográfico. Su música abarca el country, la americana, el folk, algo de blues y por supuesto rock. No es un purista y ha sido criticado por ello, pero el hacer canciones e interpretarlas se le dan bien, muy bien. Es también un inquieto activista político antibelicista, contrario a la pena de muerte y simpatizante del partido Demócrata yanqui. También ha sido actor ocasional en series televisivas (como por ejemplo en The Wire, sin duda la mejor serie que un servidor haya visto jamás) y hay otra faceta muy interesante de Steve Earle que es la de escritor. Son varias sus publicaciones, la última referencia es de 2011 aunque en España se publicó el año pasado. Me refiero a su primera novela, titulada “No saldré vivo de este mundo” que justo acabo de terminar de leer. Un estupendo libro sobre desolación, arrepentimiento y redención que transcurre en ambientes sórdidos repleto de personajes marginales e incluso con un fantasma ilustre, el mismísimo Hank Williams.
“Train a Comin” es su 5º disco, grabado por él mismo en acústico justo después de su salida de la cárcel. Una estancia entre rejas que le sirvió para replantearse su existencia y dejar atrás sus destructivas adicciones que hacían de lastre en los últimos años y así recuperar las riendas de su vida para devolver lucidez a su perspectiva. Un disco intimista, cálido y en el que su autor vuelve a los orígenes, algo seguramente muy necesario en aquel momento de su vida. En él habla con sinceridad sobre problemas personales, esperanzas de futuro y drogas. Magnífico disco, señor Earle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me interesa tu opinión.