El primer disco de The Dream Syndicate lo descubrí no hace mucho gracias la visita que hice a casa de un amigo apasionado del rock y con una colección muy bien surtida de vinilos. Agradecido le estoy facilitarme el haber llegado a este disco. Su portada antes de ponerle la aguja encima me llamó la atención, una portada minimalista muy acertada en cuanto a composición y colores. El título del disco me pareció buenísimo y el de la banda mejor. Pues ya en la primera escucha supe que iba a hacerlo mío. Y tras saborearlo unas pocas veces más ya me dije que este era de los imprescindibles, de los buenos, buenos. “The Days Of Wine And Roses” es un deslumbrante debut lleno de canciones aceleradas y rabiosas pero también de otras atmosféricas e intensas. Fue grabado en sólo 48 horas y sorprende de principio a fin por sus guitarras cargadas de intensidad emocional y por el particular sonido que consiguen, un sonido sólido y maduro impropio de bandas principiantes. Este es un disco fresco y espontáneo lleno de matices al que le ha sentado muy bien el polvo. Inmediatez rock pero también experimentación y desarrollos y sobre todo frescura. Una joya de los 80, un discazo vaya. Da igual que –como yo- llegues a él con retraso.
sábado, 5 de mayo de 2012
“THE DAYS OF WINE AND ROSES” 1982. THE DREAM SYNDICATE
El primer disco de The Dream Syndicate lo descubrí no hace mucho gracias la visita que hice a casa de un amigo apasionado del rock y con una colección muy bien surtida de vinilos. Agradecido le estoy facilitarme el haber llegado a este disco. Su portada antes de ponerle la aguja encima me llamó la atención, una portada minimalista muy acertada en cuanto a composición y colores. El título del disco me pareció buenísimo y el de la banda mejor. Pues ya en la primera escucha supe que iba a hacerlo mío. Y tras saborearlo unas pocas veces más ya me dije que este era de los imprescindibles, de los buenos, buenos. “The Days Of Wine And Roses” es un deslumbrante debut lleno de canciones aceleradas y rabiosas pero también de otras atmosféricas e intensas. Fue grabado en sólo 48 horas y sorprende de principio a fin por sus guitarras cargadas de intensidad emocional y por el particular sonido que consiguen, un sonido sólido y maduro impropio de bandas principiantes. Este es un disco fresco y espontáneo lleno de matices al que le ha sentado muy bien el polvo. Inmediatez rock pero también experimentación y desarrollos y sobre todo frescura. Una joya de los 80, un discazo vaya. Da igual que –como yo- llegues a él con retraso.
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