Detrás de Tarik y La Fábrica de Colores está el cordobés
Álvaro Muñoz. Un músico escurridizo y que se deja ver poco sobre los escenarios,
pero muy diestro en el arte de componer melodías de brillantes colores. Sus
canciones van del pop psicodélico al rock elegante.
“Sequentialee” es su tercer trabajo, espaciado 8 años con el
anterior y 16 con el primero. El nombre del disco es el mismo que el del
estudio donde se grabó. Es un disco bilingüe que según él está dividido en tres
bloques: el primero con canciones de pop clásico, cortas y frescas, el segundo
es el bloque psicodélico y el tercero, con un aire más onírico, lo forman
canciones orquestadas. Las baterías del disco son de Erik Jiménez –también
batería de Los Planetas- con el que le une una relación de amistad. En cuanto a
las letras, él opina que “no es tan importante lo que digas sino como lo
digas”, y también que “el contenido es importante, pero sin olvidar que no
haces poesía, sino canciones”.
En la gira de presentación de este disco los pude ver en la
Sala Albéniz de Gijón, donde dieron un conciertazo que nos hizo bailar y
disfrutar a los pocos que habíamos por allí, no más de 30 personas, a lo que
ayudó la potente pegada de Erik a la batería. Quién no fue se lo perdió, porque
merecía la pena de sobra el pasarse por allí aquella noche.
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