
Este disco homónimo es su debut. 14 canciones aceleradas llenas de punk, garage, surf, rockabilly, rock&roll y personajes de ultratumba. Grabado por Roberto Mallo en el Taller Electrónico. El contrabajo y el órgano son señas de identidad de su sonido y por supuesto la voz de Lulú, dulce y melódica a ratos y otros rota y áspera. Un disco divertido, sin pretensiones ni intenciones transcendentes pero con mucha personalidad en el que se vislumbran muy buenas maneras. Lo suyo es comprárselo a ellos en sus conciertos pero mientras llegan a vuestra ciudad aquí un enlace para descargarlo, por supuesto con su consentimiento:
A Lulú y a uno de Los Caníbales los he conocido en el pasado EuroYeYé en Gijón, en un guateque mañanero en un prado alrededor de una caravana después de toda la noche moviendo las caderas. Encantadores ambos y muy punkies a la vez que educados. A ver si se animan a tocar por aquí por el sur que no me los pierdo, seguro.