Thalia Zedek es una gran dama del rock. Criada en Washington
D.C. aunque a finales de los 70 se trasladó para estudiar a Boston. Antes de
que el rock llegara a su vida le interesaba mucho la poesía. Según ella, prefiere
las letras que evocan más que las que afirman, los textos más simbólicos que
literales. Esta talentosa mujer, fumadora empedernida de voz desgarrada –y
también con algunos problemas de adicción en el pasado- participó en varios
proyectos antes de embarcarse junto a Chris Brokaw (ex-batería de Codeine) en
Come. Activos hasta 1999 después de esto comenzó su carrera en solitario. Con
España tiene una relación especial que data de la primera vez que giró con Come
por aquí y de la amistad que trabó de aquellas con los chicos de Manta Ray y
otros músicos de Gijón.
“Been Here And Gone” es su debut en solitario. Acompañada de
una solida banda, en este disco enorme desgrana canciones sobre el pasado,
canciones de rock crudo, rock intenso y dramático. A través de su voz rota y
arrastrada, de guitarras oscuras y musculosas, teclados y cuerdas consigue
marcar a las interpretaciones con una intensidad emocional que no deja
indiferente. Destaca una gran versión del “Dance me To The End Of Love” de
Leonard Cohen. Un disco capaz de producir cierto malestar emocional pero que
puede servir de puente tendido hacia otros lugares alejados del dolor.
A Thalia Zedek la he podido disfrutar en directo un par de
veces. Una de ellas fue hace muchos años en el Teatro Central. En esa ocasión
tocaba la guitarra con ella Nacho Vegas y esa misma noche también tocaron sobre
el mismo escenario Manta Ray. Una noche a recordar. Y la otra fue el año pasado
en el Gran Teatro de Huelva, otro conciertazo de esta señora, merecedor de
sobra de cogerse el coche rumbo a otra ciudad un día entre semana. Grande, muy
grande Thalia Zedek.
Glen Johnson es un prolíficoe inquieto músico británico dotado con una
sensibilidad especial que ya se le intuye al verlo en persona. Es el líder de
mis admirados Piano Magic pero también ha creado música exquisita con otros
proyectos suyos como Future Conditional y Textile Ranch.
“Details Not Recorded” es una colección de
pausadas canciones intimistas cargadas de romanticismo y con un atrezzo mínimo.
Este disco es el primero que firma con su nombre en su carrera de más de una
década escribiendo y publicando canciones. Este es un disco de producción
casera. Para grabarlo ha contado con la colaboración de David Sheppard
(guitarras, bajo y batería), Keiron Phelan (flauta) y Josh Hillman (violín y
viola), entre otros. Un disco precioso que suena a soledad y a frialdad
nostálgica. Compañía perfecta para pasar la tarde en casa, sin interrupciones,
sumergido en lecturas interesantes…
Tras Barzin está Barzin Hosseini, un
canadiense estudiante frustrado de literatura que abandonó sus estudios cuando
se entregó por completo a la música. Grabó su primer disco en 2000 aunque no se
publicó hasta 2003.
“Notes From An Absent Lover” es un disco de sonido
reposado y con bonitas melodías y cuidados arreglos de piano y de cuerdas. Las
composiciones tratan sobre el recurrente tema del amor, el desamor y el miedo.
Y de la melancolía causada por estos sentimientos pero sin hacer drama de ella.
Según él durante la grabación sufrió un sinfín de contratiempos a los que tuvo
que adaptarse. Pero quedó satisfecho con el resultado final y la honestidad
conseguida con las letras. La importancia de esta honestidad tenía que ver con
la deuda que mantenía con la persona sobre la que van la mayoría de los textos.
La sinceridad alcanzada ha sido su forma de saldar cuentas con este fantasma
del pasado y del presente con el que tuvo una relación extinta ya. Un disco de
ruptura a través de canciones desnudas pero alejadas del resentimiento y la
culpa. El desarrollo del disco es uniforme y linealaunque también con algunos quiebros y
recovecos. Un disco que suenaa clásico.
Y que lo puedes usar para aislarte de toda la vorágine que conlleva pasear por
el centro de la ciudad con todas sus cargantes luces navideñas encendidas y los
ríos de gente a las que tienes que sortear hábilmente. Un disco íntimo pero no
sólo para escucharlo en la intimidad. Funciona también en otras situaciones en
compañía de gente.
Este es un disco conjunto de los asturianos
Manta Ray y los murcianos Schwarz, por entonces compañeros de sello en Astro
Discos. Para Manta Ray no era su primera colaboración a la hora de publicar un
disco, ya lo habían hecho años atrás con Corcobado y con Diabologum. Manta Ray
y Schwarz eran de aquellas dos bandas experimentadoras y revolucionarias dentro
de la escena nacional. Dos bandas con puntos de vista parecidos que se juntan
en esta ocasión para grabar en directo sin trucos ni retoques. Manta Ray surgió en el Gijón de
los 90 y se les incluyó en el Xixón-Sound aunque ellos odiaban esta definición
y en mi opinión no compartían mucho con el resto de grupos de aquella escena,
quizá lo único que compartían eran cervezas y culines de sidra. Para mi Manta
Ray son lo mejor surgido musicalmente en este país en los 90, una banda
rompedora, de importancia capital y con un directo muy potente. Schwarz
comienza a finales de los 90 en Murcia como un proyecto personal de Alfonso
Alfonso que luego derivó en banda con la incorporación de otros músicos.
En “Heptágono” interpretan como una sola banda
piezas de sus respectivos repertorios, un tema conjunto y un par de versiones,
una de Kraftwerk y otra de Brian Eno. La definición de heptágono es un polígono
de 7 ángulos y 7 lados. Este disco lo forman 7 temas interpretados por 7
músicos. Grabado la mayor parte en un par de días en los estudios Kyrios en
Madrid. Participaron en la grabación Alfonso Alfonso (guitarra, sampler,
sintetizador y voz), Juanma Martínez (bajo y teclados), César Verdú (batería y
percusión), José Luis García (guitarra y voz), Frank Rudow (teclados, batería,
loops, theremin y voces), Nacho Álvarez (bajo, farfisa y voces) y Xabel Vegas
(batería, percusiones, metalófono y voces). Los tres primeros eran los miembros
de Schwarz y los cuatro restantes los miembros de Manta Ray. Este es un disco
inmenso de ritmo y desarrollos, lleno de matices. La edición
en vinilo –que aún se puede comprar a través del Myspace de Schwarz- es una
cuidada edición desplegable con vinilo de 220 gramos.
Dedicado
a mi amiga Bti, agradecido por su hospitalidad durante estos días atrás que he
pasado en Gijón -mi ciudad
favorita después de la propia-disfrutando del Festival Internacional de Cine de Xixón. Y a mi amigo Curro, que también lo tiene entre
su colección y que también es muy fan de Manta Ray.